
La salvación significa ser rescatados de la culpa y del poder del pecado, liberados del mal. Cuando hablamos de salvación hablamos de seguridad, de vida eterna. Jesús por su muerte trae la salvación a los que creen en él. Jesús murió y resucitó para rescatarnos de nuestros pecados. La salvación la recibimos simplemente por gracia. Al creer en Jesús a través de la fe de parte de Dios, la salvación está asegurada porque Dios no nos miente ni se retracta de habernos salvado. Pero eso no significa que ya no debemos esforzarnos.
Pablo nos dice en filipenses 2:12-13 (RVR-60) por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. Cuando recibimos a Cristo como nuestro Salvador, recibimos conjuntamente al Espíritu Santo para vencer al pecado. Ya no luchamos con nuestra fuerza humana, sino con fuerza divina contra el mal.
Es por lo que aceptar a Cristo no solo te limpia de tus pecados anteriores, sino que ahora cuentas con fuerza divina para vencer el pecado día a día. Ahora tenemos que dejarnos moldear por lo que dice la Escritura, no lo que dice el mundo. Hay que ver la salvación como un tesoro valioso, arrepentirnos y alejarnos del pecado. Ser obedientes al Padre, cumplir los mandatos divinos, permanecer en Cristo y perseverar hasta el fin. Porque Dios siempre nos espera para encaminarnos nuevamente hasta la eternidad.
abundará el pecado por todas partes, y el amor de muchos se enfriará; pero el que se mantenga firme hasta el fin será salvo. - Mateo 24:12-13 (NTV)
Busquemos permanecer en la fe en Cristo. Valoremos el tesoro de la salvación que Dios nos dio por gracia, misericordia y por amor a todos nosotros.
Verdad de la Semana:
Si somos salvos permanecemos en Cristo.
Comments